Os dejo algunos fragmentos para trabajar en clase, disfrutadlos:
Gonzalo de Berceo.Siglo XIII.
LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA
EL LADRÓN DEVOTO
Era un ladrón malo que más quería hurtar
que ir a la iglesia ni a puentes alzar;
mal sabía las cosas de su casa administrar,
vicios tan malos no los podía dejar.
Si hacía otros males, eso no lo leemos; 5
sería malo condenarlo por lo que no sabemos,
más abandonemos esto que dicho vos a vemos,
si algo hizo, perdónelo Cristo en quien creemos.
Mucha maldad tenía, también una bondad
que mucho le valió y le pudo salvedad; 10
creía en la Gloriosa con fuerza y voluntad,
la saludaba siempre junto a su Majestad.
Decía “Ave María” y más de la escritura,
y se inclinaba siempre delante su figura;
decía “Ave María” y más de la escritura, 15
tenía su voluntad con esto más segura.
Como quien en mal anda en mal ha de caer,
le pillaron en hurto es ladrón a prender;
no tuvo argumento con qué se defender,
juzgaron que lo fuesen en la horca a poner. 20
Lo llevó la justicia para la encrucijada
donde estaba la horca por el concejo alzada;
cerráronle los ojos con toca bien atada,
alzáronlo de tierra con la soga estirada.
Alzáronlo de tierra cuanto alzar quisieron, 25
cuantos cerca estaban por muerto lo tuvieron:
si hubieran sabido lo que luego supieron,
no le hubiesen hecho eso que le hicieron.
La Madre Glorïosa, rápida en socorrer,
que suele a sus siervos sus penas resolver, 30
a este condenado lo quiso proteger,
se acordó del servicio que le solía hacer.
Metió bajo sus pies donde estaba colgado
sus manos preciosas, lo tuvo aliviado:
no se sintió por cosa alguna preocupado, 35
no estuvo también, jamás mejor pagado.
Aquí os dejo otro ejemplo curioso.
Arcipreste de Hita. Siglo XIV.
Libro del Buen Amor. Estrofas 472-485
»No abandones tu dama, no dejes que esté quieta,
siempre requieren uso mujer, molino y huerta;
no quieren en su casa pasar días de fiesta,
no quieren el olvido; cosa probada y cierta.
siempre requieren uso mujer, molino y huerta;
no quieren en su casa pasar días de fiesta,
no quieren el olvido; cosa probada y cierta.
»Es cosa bien segura: molino andando gana
huerta mejor labrada da la mejor manzana,
mujer muy requerida anda siempre lozana;
con estas tres verdades no obrarás cosa vana.
huerta mejor labrada da la mejor manzana,
mujer muy requerida anda siempre lozana;
con estas tres verdades no obrarás cosa vana.
»Dejó uno a su mujer (te contaré la hazaña;
si la estimas en poco, cuéntame otra tamaña)
Era don Pitas Payas un pintor de Bretaña,
casó con mujer joven que amaba la compaña.
si la estimas en poco, cuéntame otra tamaña)
Era don Pitas Payas un pintor de Bretaña,
casó con mujer joven que amaba la compaña.
»Antes del mes cumplido dijo él: –Señora mía,
a Flandes volo ir; regalos portaría.
Dijo ella: –Monseñor; escoged vos el día,
mas no olvidéis la casa ni la persona mía.
a Flandes volo ir; regalos portaría.
Dijo ella: –Monseñor; escoged vos el día,
mas no olvidéis la casa ni la persona mía.
»Dijo don Pitas Payas: –Dueña de la hermosura,
yo volo en vuestro cuerpo pintar una figura
para que ella os impida hacer cuelquier locura.
Contestó: Monseñor; haced vuestra mesura.
yo volo en vuestro cuerpo pintar una figura
para que ella os impida hacer cuelquier locura.
Contestó: Monseñor; haced vuestra mesura.
»Pintó bajo su ombligo un pequeño cordero
y marchó Pitas Payas cual nuevo mercadero;
estuvo allá dos años, no fue azar pasajero.
Cada mes a la dama parece un año entero.
y marchó Pitas Payas cual nuevo mercadero;
estuvo allá dos años, no fue azar pasajero.
Cada mes a la dama parece un año entero.
»Hacía poco tiempo que ella estaba casada,
había con su esposo hecho poca morada;
un amigo tomó y estuvo acompañada,
deshízose el cordero, ya de él no queda nada.
había con su esposo hecho poca morada;
un amigo tomó y estuvo acompañada,
deshízose el cordero, ya de él no queda nada.
»Cuando supo la dama que venía el pintor,
muy deprisa llamó a su nuevo amador;
dijo que le pintase, cual supiese mejor,
en aquel lugar mismo un cordero menor.
muy deprisa llamó a su nuevo amador;
dijo que le pintase, cual supiese mejor,
en aquel lugar mismo un cordero menor.
»Pero con la gran prisa pintó un señor carnero,
cumplido de cabeza, con todo un buen apero.
Luego, al siguiente día, vino allí un mensajero:
que ya don Pitas Payas llegaría ligero.
cumplido de cabeza, con todo un buen apero.
Luego, al siguiente día, vino allí un mensajero:
que ya don Pitas Payas llegaría ligero.
»Cuando al fin el pintor de Flandes fue venido,
su mujer, desdeñosa, fría le ha recibido:
cuando ya en su mansión con ella se ha metido,
la señal que pintara no ha echado en olvido.
su mujer, desdeñosa, fría le ha recibido:
cuando ya en su mansión con ella se ha metido,
la señal que pintara no ha echado en olvido.
»Dijo don Pitas Payas: -Madona, perdonad,
mostradme la figura y tengamos solaz.
-Monseñor -dijo ella-, vos mismo la mirad:
todo lo que quisieres hacet; hacedlo audaz.
mostradme la figura y tengamos solaz.
-Monseñor -dijo ella-, vos mismo la mirad:
todo lo que quisieres hacet; hacedlo audaz.
»Miró don Pitas Payas el sabido lugar
y vio aquel gran carnero con armas de prestar.
–¿Cómo, madona, es esto? ¿Cómo puede pasar
que yo pinté corder y encuentro este manjar?
y vio aquel gran carnero con armas de prestar.
–¿Cómo, madona, es esto? ¿Cómo puede pasar
que yo pinté corder y encuentro este manjar?
»Como en estas razones es siempre la mujer
sutil y mal sabida, dijo: –¿Qué, monseñer?
¿Petit cordet; dos años, no se ha de hacer carner?
Si no tardaseis tanto aún sería cordel.
sutil y mal sabida, dijo: –¿Qué, monseñer?
¿Petit cordet; dos años, no se ha de hacer carner?
Si no tardaseis tanto aún sería cordel.
»Por tanto, ten cuidado, no abandones la pieza,
no seas Pitas Payas, para otro no se cueza;
incita a la mujer con gran delicadeza
y si promete al fin, guárdate de tibieza.
no seas Pitas Payas, para otro no se cueza;
incita a la mujer con gran delicadeza
y si promete al fin, guárdate de tibieza.
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